UN ANALISIS PROFUNDO DEL ACTA DE INDEPENDENCIA DE LAS PROVINCIAS DEL ALTO PERU- HOY BOLIVIA
El León de Iberia…
“Lanzándose furioso el León de Iberia desde las columnas de Hércules hasta los imperios de Moctezuma y de Atahualpa, es por muchas centurias que ha despedazado el desgraciado cuerpo de América y nutrídose con su sustancia. Todos los Estados del continente pueden mostrar al mundo sus profundas heridas para comprobar el dilaceramiento que sufrieron; pero el Alto Perú aun las tiene más enormes, y la sangre que vierten hasta el día, es el monumento más auténtico de la ferocidad de aquel monstruo.”
Inicia el texto de manera categórica sobre la analogía de un león furioso sobre el cuerpo de todo un continente explotado, estamos en el 6 de agosto de 1825, tiempos donde cruentas batallas se han librado con las funestas consecuencias que con lleva cualquier guerra, recordando para la posteridad el costo y el antecedente que condujo hacia la elaboración de esta declaratoria de independencia.
“Después de diez y seis años que la América ha sido un campo de batalla, y que en toda su extensión los gritos de libertad, repetidos por sus hijos, se han encontrado los de los unos con los de los otros, sin quedar un ángulo en toda la tierra, donde este sagrado nombre no hubiese sido el encanto del americano, y la rabia del español; después que en tan dilatada lucha, las naciones del mundo han recibido diferentes informaciones de la justicia y legalidad con que las regiones todas de América han apelado, para salvarse, á la santa insurrección; cuando los genios de Junín y de Ayacucho han purgado la tierra de la raza de los déspotas; cuando en fin grandes naciones han reconocido ya la independencia de Méjico, Colombia y Buenos Aires, cuyas quejas y agravios no han sido superiores á las del Alto Perú: sería superfluo presentar un nuevo manifiesto justificativo de la resolución que tomamos.”
Aquí se narra la posición de declarar y justificarse a sí mismo la lucha por la libertad y la independencia de gobernarse a sí misma, para la Bolivia del siglo 21 debemos entender que el contexto de gritos de libertad es la lucha por los derechos de la vida, mismas que no debe silenciarse, al contrario su base debe ser la justicia y la legalidad.
El mundo sabe…
“El mundo sabe que el Alto Perú ha sido, en el continente de América, el ara donde se vertió la primera sangre de los libres, y la tierra donde existe la tumba del último de los tiranos: que Charcas, Potosí, Cochabamba, La Paz y Santa-Cruz, han hecho constantes esfuerzos para sacudir el yugo peninsular; y que la irretractabilidad de sus votos contra el dominio español, su heroica oposición, han detenido mil veces las impetuosas marchas del enemigo sobre regiones que, sin esto, habrían sido encadenadas, ó salvándose solo con el último y más prodigioso de los esfuerzos.”
“El mundo sabe también, que colocados en el corazón del continente, destituidos de armas, y de toda clase de elementos de guerra, sin las proporciones que los otros estados para obtenerlos en las naciones de ultramar, los altoperuanos han abatido el estandarte de los déspotas en Aroma y la Florida, en Chiquitos, Tarabuco, Sinti, en los valles de Sicasica y Ayopaya, Tumusla, y en otros puntos diferentes: que el incendio bárbaro de mas de cien pueblos, el saqueo de las ciudades, cadalsos por cientos levantados contra los libres, la sangre de miles de mártires de la patria ultimados con suplicios atroces que estremecerían á los caribes, contribuciones, pechos y exacciones arbitrarias é inhumanas, la inseguridad absoluta del honor, de la vida, de las personas y propiedades, y un sistema, en fin, inquisitorial, atroz y salvaje, no han podido apagar en el Alto Perú el fuego sagrado de la libertad, el odio santo al poder de Iberia.”
El Mundo sabe que américa derramó la sangre de mucha gente por alcanzar su libertad y verdaderamente fue de los últimos en lograr su independencia. Aquí se nombran a los departamentos existentes y firmantes de aquel tiempo, para citar su valentía y dedicación a la causa de ser oposición al tirano. Esta esencia de lucha debe ser ejemplo de la juventud boliviana actual para luchar por los derechos fundamentales hasta con el último y más prodigioso esfuerzo.
El Decreto de nuestro futuro destino
«Cuando, pues, nos llega la vez de declarar nuestra independencia de la España, y decretar nuestro futuro destino de un modo decoroso, legal y solemne, creemos llenar nuestro deber de respeto á las naciones extranjeras, y de información consiguiente de las razones poderosas, y justos fundamentos impulsores de nuestra conducta, reproduciendo cuanto han publicado los manifiestos de los otros estados de América con respecto á la crueldad, injusticia, opresión y ninguna protección con que han sido tratados por el gobierno español; pero sí esto, y la seguridad con que protestamos á presencia del gran padre del Universo, que ninguna región del continente de Colón ha sido tan tiranizada como el Alto Perú, no bastase á persuadir nuestra justicia,
apelaremos á la publicidad con que las legiones españolas, y sus jefes más principales, han profanado los altares, atacado el dogma, han insultado el culto, al mismo tiempo que el gabinete de Madrid ha fomentado, desde la conquista, la más hórrida y destructora superstición: les mostraremos un territorio con más de trescientas leguas de extensión de norte á sur, y casi otras tantas de este á oeste, con ríos navegables, con terrenos feraces, con todos los tesoros del reino vegetal en las inmensas montañas de Yungas, Apolobamba, Yuracaré, Mojos y Chiquitos, poblado de los animales los más preciosos y útiles para el sustento, recreo é industria del hombre, situado donde existe el gran manantial de los metales que hacen la dicha del orbe, y le llenan de opulencia, con una población, en fin, superior á la que tienen las repúblicas Argentina, y la de Chile; todo esto les mostraríamos y diríamos: ved, que donde ha podido existir un floreciente imperio, solo aparece, bajo la torpe y desecante mano de Iberia, el símbolo de la ignorancia, del fanatismo, de la esclavitud é ignominia; venid y ved, en una educación bárbara calculada para romper todos los resortes del alma, en una agricultura agonizante guiada por sola rutina, en el monopolio escandaloso del comercio, en el desplome é inutilización de nuestras poderosas minas, por la barbárie del poder español, en el cuidado con que en el siglo 19. se ha tratado de perpetúar entre nosotros solo los conocimientos, artes y ciencias del siglo 8°; venid, en fin, y si cuando contempléis á nuestros hermanos los indígenas, hijos del grande Manco-Capac, no se cubren vuestros ojos de torrentes de lágrimas, viendo en ellos hombres los más desgraciados, esclavos tan humillados, seres sacrificados á tantas clases de tormentos, ultrajes y penurias, diréis, que respecto de éllos parecerían los Ilotas ciudadanos de Esparta, y hombres muy dichosos los Nijeros Ojandalams del Indostán, concluyendo con nosotros, que nada es tan justo como romper los inicuos vínculos con que fuimos uncidos á la cruel España.»
Aquí se puede hallar la justificación de crear un país. El cuidado y protección la población, la explotación responsable de los recursos naturales, educación de calidad, el arte y la cultura, a su vez integra y justifica su independencia por los indígenas, por ser los más oprimidos y humillados dentro del territorio nacional, podemos decir que esta declaración de independencia también es un grito de libertad para los hermanos indígenas que inicialmente debió incluirse a los líderes indígenas de su tiempo, ya que ellos también formarían parte de esta nueva nación.
Ni a la republica del Bajo Perú ni a la del Rio de la Plata
«Nosotros habríamos también presentando al mundo una nerviosa y grande manifestación de los sólidos fundamentos con que después de las más graves, prolijas, y detenidas meditaciones, hemos creído interesar á nuestra dicha, no asociarnos, ni á la república del Bajo Perú ni á la del Río de la Plata, si los respetables Congresos de una y otra, presididos de la sabiduría, desinterés y prudencia, no nos hubiesen dejado en plena libertad para disponer de nuestra suerte. Pero cuando la ley de 9 de mayo del uno, y el decreto de 23 de febrero del otro, muestran notoriamente un generoso y laudable desprendimiento, relativamente á nuestro futuro destino, y colocan en nuestras propias manos la libre y espontánea decisión de lo que mejor conduzca á nuestra felicidad y gobierno; protestando á uno y otro estado eterno reconocimiento, junto con nuestra justa consideración y ardientes votos de amistad, paz y buena correspondencia, hemos venido por unanimidad de sufragios en fijar la siguiente»
Textualmente nos indica que no se asociarán ni al Perú ni a la Argentina, sin embargo se detalla que ambas naciones legalmente manifestaron que la decisión se la dejaban a la comisión firmante, ello habla de las negociaciones y la diplomacia necesaria para sostener una nación en paz, cumplir con los convenios y promover espacios de unidad entre las naciones hermanas. Vemos que el propósito de la creación un país no debe ser el crear muros y fronteras, al contrario un espacio de hermandad y paz.
DECLARACION;
La representación soberana de las provincias del Alto Perú, profundamente penetrada del grandor é inmenso peso de su responsabilidad para con el cielo y con la tierra, en el acto de pronunciar la futura suerte de sus comitentes, despojándose en las aras de la justicia de todo espíritu de parcialidad interés y miras privadas; habiendo implorado, llena de sumisión y respetuoso ardor, la paternal asistencia el Hacedor santo del orbe, y tranquila en lo íntimo de su conciencia por la buena fé, detención, justicia, moderación y profundas meditaciones que presiden á la presente resolución, declara solemnemente á nombre y absoluto poder de sus dignos representados: Que ha llegado el venturoso dia en que los inalterables y ardientes votos del Alto-Perú, por emanciparse del poder injusto, opresor y miserable del rey Fernando VII, mil veces corroborados con la sangre de sus hijos, consten con la solemnidad y autenticidad que al presente, y que cese para con esta privilegiada región la condición degradante de colonia de la España, junto con toda dependencia, tanto de élla, como de su actual y posteriores monarcas: que en consecuencia, y siendo al mismo tiempo interesante á su dicha, no asociarse á ninguna de las repúblicas vecinas, se erige en un Estado soberano é independiente de todas las naciones, tanto del viejo como del nuevo mundo; y los departamentos del Alto Perú, firmes y unánimes en
esta tan justa y magnánima resolución, protestan á la faz de la tierra entera, que su voluntad irrevocable es gobernarse por si mismos, y ser regidos por la constitución, leyes y autoridades que ellos propios se diesen, y creyesen más conducentes á su futura felicidad en clase de nación, y el sostén inalterable de su santa religión Católica, y de los sacrosantos derechos de honor, vida, libertad, igualdad, propiedad y seguridad. Y para la invariabilidad y firmeza de esta resolución, se ligan, vinculan y comprometen, por medio de esta representación soberana, á sostenerla tan firme, constante y heroicamente, que en caso necesario sean consagrados con placer á su cumplimiento, defensa é inalterabilidad, la vida misma con los haberes y cuanto hay grato para los hombres. Imprímase y comuníquese á quien corresponda para su publicación y circulación.
Hoy debemos mirar más allá del acto independentista, volver a las bases de cómo defender nuestra fé Católica, el honor de las personas, la vida, la libertad, la igualdad, la propiedad y la seguridad. Bolivia aún tiene muchas luchas que se libran constantemente y requieren que más Bolivianos se alisten para la lucha de estas causas y quienes se equivocan en defender lo contrario, vean en esta declaración de independencia la verdadera columna de lo que merecedor de dar hasta vida.
Dada en la Sala de sesiones en 6 de agosto de 1825, firmada de nuestra mano, y refrendada por nuestros diputados secretarios- José Mariano Serrano[1], diputado por Charcas, presidente- José María Mendizaba[2]l, diputado por La Paz, vice-presidente- José Maria de Asin, diputado por La Paz- Miguel José Cabrera, diputado por Cochabamba- Miguel Fermin Aparicio, diputado por La Paz- José Miguel Lanza, diputado por La Paz- Fermín Eyzaguirre, diputado por La Paz- Francisco Vidal,
diputado por Cochabamba- Melchor Daza[3], diputado por Potosí- Manuel José Calderón, diputado por Potosí- Dr. Manuel Antonio Arellano, diputado por Potosí- José Ballivian, diputado por La Paz- Dr. José Manuel Perez, diputado por Cochabamba- Martín Cardon, diputado por La Paz- Dr. Juan Manuel Velarde, diputado por La Paz- Francisco Maria Pinedo, diputado por La Paz- José Indalecio Calderon y Sangines, diputado por La Paz- Casimiro Olañeta[4], diputado por Charcas- Manuel Anselmo de Tapia, diputado por Potosí- Manuel Maria Urcullu, diputado por Charcas- Dr. Rafael Monje, diputado por La Paz- Dr. Eusebio Gutiérrez, diputado por La Paz- Nicolas de Cabrera, diputado por Cochabamba- Manuel Martin, diputado por Potosí- Manuel Mariano Centeno, diputado por Cochabamba- Dionisio de la Borda, diputado por Cochabamba- Manuel Argote, diputado por Potosí. José Antonio Pallares, diputado por Potosí- José Eustaquio Gareca, diputado por Potosí- José Manuel Tames, diputado por Cochabamba- Dr. Pedro Terrazas, diputado por Cochabamba- José Maria Dalence, diputado por Charcas- Melchor Paz, diputado por Cochabamba- Francisco Palazuelos, diputado por Charcas- Miguel Vargas, diputado por
Cochabamba- Antonio Vicente Seoane[5], diputado por Santa-Cruz- Manuel Maria Garcia, diputado por Potosí- Marcos Escudero, diputado por Cochabamba- Mariano Mendez, diputado por Cochabamba-Manuel Cabello, diputado por Cochabamba- Dr. José Mariano Enriquez, diputado por Potosí- Isidoro Trugillo, diputado por Potosí- J. Manuel Montoya, diputado por Potosí- Ambrosio Mariano Hidalgo, diputado por Charcas- Martiniano Vargas, diputado por Potosí- Vicente Caballero, diputado por Santa Cruz- José Ignacio de Sanjines, diputado por Potosí, secretario- Angel Mariano Moscoso[6], diputado por Charcas, secretario.
(Edición oficial de 1834)
CONTEXTO
La Independencia de Bolivia del dominio español no se dio, claramente, de un día para otro. Este fue un proceso que duró más de 15 años y que tuvo muchas batallas y miles de muertes, hasta que finalmente el 6 de agosto de 1825 se declaró la Independencia de la República Boliviana.
Las batallas de Junín y de Ayacucho comandadas por Simón Bolívar contra los jefes españoles constituyen los pasos previos a la Independencia de Bolivia. Además, también fue fundamental el Congreso Constituyente de la Nación, celebrado el 9 de febrero de 1825 con presencia de todas las provincias altoperuanas.
Dicho Congreso, convocado por el mariscal Antonio José de Sucre, decidiría el destino de la República. Este destino podía virar en tres posibilidades: seguir unido a Buenos Aires, incorporándose al conjunto de las Provincias Unidas; mantener la adhesión al Perú reconociendo las medidas de incorporación impuestas por el virrey Abascal o independizarse de manera absoluta del Alto Perú, no sólo con relación a España sino también con referencia al Provincias Unidas del Río de la Plata y al Perú.
Los historiadores cuentan que si bien Bolívar no desautorizó públicamente a Sucre por la iniciativa de independizarse por completo del Alto Perú, sí lo hizo a través de una carta privada, ya que entendía que un acto de tal soberanía conspiraba contra los intereses de la Gran Colombia. Sucre se molestó por este hecho y decidió abandonar el país, aunque anunciando que obedecería lo mandado.
Meses más tarde de aquella asamblea de febrero, precisamente el 9 de julio de 1825, se volvió a convocar a la Asamblea Deliberante en Chuquisaca y al concluirse quedó determinada la independencia de Bolivia del Alto Perú. El presidente de la Asamblea, José Mariano Serrano, redactó el Acta de la Independencia que tiene grabada la fecha del 6 de agosto de 1825 en honor a la Batalla de Junín (uno de los últimos enfrentamientos que sostuvieron los ejércitos realistas e independentistas en el proceso de la independencia del Perú) ganada por Bolívar.
Pero no todos los protagonistas pelearon los 45 minutos contra las tropas realistas, y su participación en algunos casos no fue tan meritoria como la de otros. Tal es el caso de los grupos de Olañeta que solo participaron en los últimos minutos e hicieron el juego sucio; o de Bolívar, quien vio las jugadas desde fuera de la cancha. No obstante, supieron aprovechar las circunstancias que se les presentó resultado de las jugadas precedentes. Es así que Bolívar y Sucre fueron consagrados por las batallas de Junín y Ayacucho. En realidad, lo que hicieron fue sumar goles a otros triunfos ya consolidados antes de 1824 en el territorio boliviano. Hasta se podría decir que así como América ya estaba descubierta antes de Colón, Bolivia ya estaba prácticamente liberada antes de Bolívar.[7]
La Asamblea Deliberante
El Gran Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre, expidió el Decreto del 9 de febrero de 1825, convocando a los representantes de las cinco provincias del Alto Perú a la denominada Asamblea General de Diputados de las Provincias del Alto Perú que debería realizarse primeramente en Oruro, para decidir el destino de tales provincias, Está asamblea recién se llevó a cabo el 24 de junio de 1825 en Chuquisaca, no obstante de haberse recibido una comunicación de Bolívar que daba instrucciones terminantes para una fecha posterior. Por fin se realizó el 10 de julio de 1825, y como primer acto de la sesión se dio lugar a la organización de la directiva que conformaría la Asamblea Constituyente.
Composición
La Primera Asamblea deliberante, estaba compuesta por los siguientes representantes:
- Presidente:
- José Mariano Serrano: De destacada actuación en el congreso de Tucumán de 1816. (Diputado por Charcas)
- Vicepresidente:
- José María Mendizábal : Nacido en Jujuy (Diputado por La Paz)
- Secretario:
- Ángel Mariano Moscoso (Diputado por Charcas)
Los demás diputados fueron los siguientes:
- Por La Paz:
- José María de Asín
- Miguel Casimiro Aparacio
- José Miguel Lanza: Jefe militar en la guerra de independencia.
- Fermín Eyzaguirre
- José Ballivián: militar y futuro presidente de Bolivia.
- Martín Cardón
- Juan María Velarde
- Francisco M. de Pinedo
- José Ignacio Calderón y Sanjinés
- Rafael Monje
- Eusebio Gutiérrez
- Por Charcas :
- Casimiro Olañeta: Dos Caras, mientras otros lo ven como la figura que inspiró el Decreto del 9 de febrero de 1825 y otros como un prototipo del Alto Perú.
- Manuel María Urcullo, reconocido por su facilidad de palabra y encargado de redactar las actas.
- José María Dalence
- Francisco Palazuelos
- Ambrosio Mariano Hidalgo
- Por Potosí
- Melchor Daza
- Manuel José Calderón
- Manuel Antonio Arellano
- Manuel Anselmo Tapia
- Rev. Manuel Martín Cruz: en un momento de emoción: Propuso el cambio de nombre de la República de Bolívar a Bolivia.
- Manuel Argote
- José Antonio Pallares
- José Eustaquio Gareca
- Manuel María García
- José Mariano Enríquez
- Isidoro Trujillo
- Juan Manuel de Montoya
- Mariano Vargas
- José Ignacio de Sanjinés: autor de la Letra del Himno Nacional de Bolivia.
- Por Cochabamba:
- Miguel José de Cabrera
- Francisco Vidal
- José Manuel Pérez
- Nicolás Cabrera
- Mariano Centeno
- Dionisio de la Borda
- José Manuel Tames
- Pedro Terrazas
- Melchor Paz
- Miguel Vargas
- Marcos Escudero
- Mariano Méndez
- Manuel Cabello
- Por Santa Cruz :
- Vicente Seoane
- Vicente Caballero
El Acta de Independencia proclamada por la Asamblea deliberante exclamaba que “El mundo sabe que el Alto Perú ha sido en el continente de América, el ara donde vertió la primera sangre de los libres y la tierra donde existe la tumba del último de los tiranos. […] Los departamentos del Alto Perú protestan a la faz de la tierra entera, que sus resolución irrevocable es gobernarse por sí mismos.” Finalmente, la independencia fue declarada por 7 representantes de Charcas, 14 de Potosí, 12 de La Paz, 13 de Cochabamba y 2 de Santa Cruz.[8]
Posteriormente se realizaron más sesiones, en el que se decidió varios aspectos, como el nombre de la nueva república, en homenaje al Libertador y para evitar que éste se opusiera a la creación de la nueva república, además se le designó Padre de la República y Jefe Supremo del Estado. Bolívar agradeció estos honores, pero declinó la aceptación de la Presidencia de la República, para cuyo cargo insinúo el nombre del general Sucre.
En otra sesión, el diputado Potosino Rev. Padre Martín Cruz, en un momento de emoción, dijo: «Si de Rómulo se derivó Roma: de Bolívar debe ser Bolivia».Y así cambio de nombre la nueva república.
Bolívar hasta ese momento no aceptaba de buen agrado la independencia la nueva república, pero, lo que le conmovió profundamente fue la actitud de las masas populares, su interes y sueño de una gran nación se terminaba con esta declaratoria oficial.
Esta expresión tan ferviente de la población, conmovió a Bolívar, quien de buen grado aceptó la Presidencia de la República y llamó su «‘Hija Predilecta»‘ a la nueva Nación.
Decretos de la Asamblea Deliberante
En las sesiones posteriores al 6 de agosto de 1825 se decidió varios aspectos:
- La nueva república adoptaría el nombre de «Bolívar», en homenaje al Libertador Simón Bolívar.
- Se determinó que la capital sería la ciudad de Chuquisaca y llevaría el nombre de «Sucre» en honor al Mariscal de Ayacucho Antonio José de Sucre.
- Se decreta nombrar como Padre, Protector, y Primer presidente en la persona de Simón Bolívar.
- Se decreta la creación de la nueva moneda.
- Se decreta crear los símbolos patrios, el escudo y la bandera.
- Se decreta crear los tres poderes del estado: Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
-Se obsequió dos hermosas medallas de oro con incrustaciones de piedras preciosas: una para el Libertador Simón Bolívar, quien la devolvió al Congreso Nacional para que sirva como insignia de mando a los presidentes de Bolivia, y la otra, le entregó al Gran Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre, quién la envió a Cumaná su ciudad natal.
Decretos de Simón Bolívar
El Padre, Protector, y Primer presidente Simón Bolívar dio a conocer los siguientes decretos:
- Para la administración del nuevo gobierno, toma como modelo el sistema de administración francés (departamentos, provincias y cantones)
- Creación de la Contaduría para el manejo de las rentas públicas del Estado.
- Proyecto educativo a cargo de su maestro Simón Rodríguez.
- Abolición del tributo indígena.
- Prohibición de los servicios personales de los indígenas.
- Cambio del nombre de Puerto Cobija, por Puerto La Mar en honor a un oficial de su Estado Mayor, declarándolo puerto principal de Bolivia.[9]
CONCLUSIONES
Bolivia debe recordar y seguir el ejemplo de sus nobles patriotas que dieron su sangre, la presencia indígena debió darse desde el inicio así como el poder ser participe y tener voto en las decisiones más importantes del país.
Que las bases de creación de un país no deben olvidarse, deben promoverse, los derechos fundamentales como la vida, la seguridad y la educación son los objetivos a cumplir del gobierno de turno.
Que la declaración de independencia de Bolivia es un recordatorio que obliga a reconocer y defender nuestros derechos.
fuentes:
[1] https://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Mariano_Serrano
[2] http://cambio.bo/?q=node/49379
[3] https://es.wikipedia.org/wiki/Melchor_Daza
[4] https://es.wikipedia.org/wiki/Casimiro_Ola%C3%B1eta
[5] http://www.santacruz.gob.bo/sczautonomia/bicentenario/datoshistoricos_personalidades/contenido/3867/204010#ancla
[6] https://es.wikipedia.org/wiki/%C3%81ngel_Mariano_Moscoso
[7] http://www.la-razon.com/opinion/columnistas/independencia_0_2540745911.html
[8] http://noticias.universia.com.bo/cultura/noticia/2016/08/05/1142504/breve-repaso-declaratoria-independencia-bolivia.html
[9] https://wikivisually.com/lang-es/wiki/Asamblea_General_de_Diputados_de_las_Provincias_del_Alto_Per%C3%BA